Si bien $quot;Pantera en jazz$quot; esta′ escrita en tercera persona gramatical, es un testimonio del personaje-narrador que se esconde detra′s de tal forma morfolo′gica. Se trata de una narracio′n de $quot;la tercera persona falsa$quot; que aparenta ser trasmitida por un narrador en tercera persona cuando en realidad la voz narrativa pertenece al personaje-narrador y el foco se dipara desde el mismo. La idiosincracia compleja del narrador provoca la ambivalencia en torno a la percepcio′n de los hechos narrados por e′l. Por una parte, la visio′n objetiva del narrador en tercera persona sugiere al lector que lo narrado por e′l es la u′nica verdad, por otra, en cambio, la visio′n subjetiva del narrador lo desmiente. De esta manera, la decisio′n del lector se queda en suspenso frente al feno′meno relatado, ya que la ambivalencia del propio narrador le impide sistema′ticamente una determinacio′n rotunda y definitiva. Todo ello satisface perfectamente una condicio′n primordial de lo fanta′stico: la vacilacio′n del lector. En el nivel sema′ntico, Fuentes crea un mundo fanta′stico que proporciona otra faceta de la realidad, en donde, todas las categori′as convencionalmente admitidas como fijas y inalterables pierden su consistencia. `Yo` se convierte en otro yo(no yo), con lo que se disuelve la unidad personal, ya que no existe frontera entre el sujeto y el objeto. Lo fanta′stico no so′lo descansa en los motivos especi′ficos, sino tambie′n en su peculiar manejo de las estrategias narrativas. La pantera puede ser motivo de otros ge′neros. Pero Fuentes le otorga un toque fanta′stico mediante la complejidad de la identidad del narrador. Considero que la forma y el contenido de la obra no esta′n separados, sino que se entretejen en un conjunto orga′nico. Se puede decir que ellos se encuentran en una relacio′n interdependiente y mantienen una correspondencia mutua. Creo que ambos se apoyan con miras a un objetivo comu′n: la transgresio′n de las normas establecidas, la quintaesencia de lo fanta′stico.