El objetivo de la investigacio′n se encuentra en la trascendencia de la poesi′a cancioneril de tipo traditional en el Renacimiento espan~ol, en convivencia con la fuerte vibracio′n italiana incorporada definitivamente a la historia de la me′trica espan~ola. Al acercarnos a la poesi′a espan~ola del siglo XVI podemos darnos cuenta de que el Renacimiento espan~ol era una e′poca no so′lo receptora de la nueva influencia extranjera, sino tambie′n consolidadora, renovando la tradicionalidad heredada del siglo anterior. Y poetas destacados de la poesi′a del siglo XVI, como Garcilaso de la Vega o Juan Bosca′n, apareci′an empobrecidos en su poesi′a octosila′bica de tipo traditional, pese a su gran valoracio′n como poetas endecasila′bicos italianizantes. La culminacio′n de la cancio′n, ge′nero convertido en campo privado de los versos octosila′bicos cancioneriles, procede del Cancionero General de Hernando del Castillo (1511), que tendra′ una influencia definitiva en la poesi′a cancionero de tipo traditional del siglo XVI, Junto a la cancio′n, los tipos estro′ficos forjados como ge′neros literarios en el siglo XV cultivan conceptos cortesanos con temas de tono popular a trave′s de las formas de la glosa, el villancico o el romance. El tema principal de que estas formas trataron era el amor cortesano, que se ve inmerso tambie′n en la poesia renacentista. Asi′ que, con la huella profunda de la tradicio′n cancioneril del siglo XV, la poesi′a octosila′bica del siglo XVI se desarrolla y prolifera en sus formas me′tricas y en temas, pero repirando ya en la nueva atmosfera renacentista. Dos figuras, de muy distinta actitud, vienen a mostrarlo : Diego Hurtado de Mendoza y Cristo′bal de Castillejo. Primero, con Cristo′bal de Castillejo podemos observar su pertinaz postura a la manera tradicional castellana, frente a los poetas que la abandonaron por el empleo de los nuevos metros italianizantes. El queri′a mostrar el espi′ritu renacentista arraigado en su propia tradicio′n sin inferioridad alguna. En cambio, si comparamos con el poeta indicado a Diego Hurtado de Mendoza, diremos que fue un poeta renacentista ma′s flexible. Es decir, aunque se observa su esplendor en relacio′n con sus antiguas coplas castellanas, su actitud como poets del siglo XVI se abre a toda posibilidad. Pese a su clasificacio′n como precursor del metro italianizante, su contribucio′n a la poesi′a de tipo tradicional es digna de reconocer. Si en el siglo XVI la la poesi′a castellana de tipo tradicional, es decir la poesi′a octosila′bica, se encuentra con el torbellino de la fuerte y definitiva incorporacio′n del metro extranjero a la historia de la me′trica espan~ola, sin embargo, el verso nacional no se detiene, sino que se fortalece y se extiende, variando e innovando tanto las estrofas como los temas y el estilo.